La Consejería de Educación, mediante este Plan Andaluz de Educación para la Cultura de Paz y No-violencia, inspirado en las múltiples experiencias de práctica e investigación de una educación y cultura de Paz desarrolladas por personas y grupos a lo largo de toda la historia de la humanidad, y también en los valores fundacionales de las Naciones Unidas y de UNESCO, reafirma su voluntad de contribuir aún más en el logro, para las generaciones actuales y las venideras, de una sociedad andaluza más justa y tolerante; propiciar realidades pacíficas para con ella y para con los otros pueblos con los que convive; y elaborar con todos aquellos que han decidido adherirse y participar en la construcción de un programa que respete las vidas y la dignidad de cada persona sin discriminación ni perjuicios; rechace la violencia en todas sus formas; cultive la generosidad a fin de terminar con las exclusiones y las injusticias; defienda el diálogo, preserve el planeta promoviendo un consumo responsable y un equilibrio de los recursos naturales; y, ayude a la plena participación de todos y todas bajo los principios democráticos.

 

El objetivo general de este proyecto es mejorar la convivencia en nuestro centro educativo, además de trabajar la empatía, la resolución de conflictos entre iguales, integrar a los alumnos/as que pudieran estar desplazados y trabajar la figura de autoridad/de confianza/de objetividad del mediador/a; entre otros.

Se ha demostrado que la mediación es, dentro de las múltiples estrategias de mejora de la convivencia, la de mayor poder transformador.

La formación del alumnado para la mediación incluye el desarrollo por parte de la orientadora junto con los tutores de un programa de habilidades específicas de comunicación, sociales y de inteligencia emocional, habilidades necesarias para ser mediadores y ayudar en la resolución de conflictos.

De esta forma, la convivencia escolar se vuelve participativa y cooperativa, donde personas en conflicto deciden cuales son las mejores soluciones ayudadas por los mediadores escolares.

Dar participación a todos los alumnos es, en definitiva, una estrategia de promoción de la convivencia a través del desarrollo de valores, actitudes, habilidades y hábitos.

Trabajamos para crear espacios de paz, porque reconocemos que es desde ella, desde donde la persona puede llegar a desarrollarse como persona y relacionarse plenamente con Dios y con los demás.