Concluye la Eucaristía entonando de forma vibrante y emocionada el Himno a la Virgen del Patrocinio, nuestra Titular y Madre de la Congregación y en él se anudan todas las emociones vividas hasta ese momento en una celebración  participada por una gran número  de personas a las que nos unía el cariño y respeto a nuestras monjas. Si, realmente ellas fueron las protagonistas de  la apertura de los 250 años de nuestro colegio, como no podía ser de otra forma, así nos lo recordó el Obispo de Córdoba, D. Demetrio Fernández, que presidió la Eucaristía. Pero para mí el momento central y más significativo fue después de la celebración, cuando todas nuestras monjas fueron llamadas al presbiterio para hacerse una foto junto con el Obispo y los sacerdotes que concelebraron y en ese momento resonó en la Iglesia  un impresionante aplauso espontáneo dado por todos los presentes  dedicado a nuestras monjas, a todas las que allí se encontraban y a las que desde el cielo sonriendo nos miraban…en nuestro corazón y en nuestras mentes seguro que en esos momentos estaban pasando  numerosos rostros de esas hermanas que con su trabajo, cariño y testimonio han puesto y siguen poniendo  los cimientos de nuestros colegio, ya que sin ellas esta labor continuada de educación cristiana no hubiera sido posible en nuestro querido pueblo de Baena, donde  no se entiendo  éste sin la referencia  a la labor apostólica y educativa del Colegio “Espíritu Santo” …GRACIAS HERMANAS, por vuestra entrega silenciosa, comprometida y con sabor de Evangelio.

Una antigua alumna agradecida.