Con mucha alegría renové mi sí como Hija del Patrocinio de María

La renovación de mis votos significó experimentar con fuerte ardor los deseos, sueños e ilusiones que me han acompañado en este camino que voy recorriendo, principalmente,  recordar que el Amor de Dios es lo que un día me movió y al cual debo volver siempre.

El gran deseo e ilusión que traigo en esta reafirmación es poder vivir el presente, aprender a mirar, detenerme, pensar… porque la prisa se lleva instantes valiosos, personas únicas, momentos que no vuelven.

Aprender a sentir desde lo profundo… porque la consagración adquiere sentido cuando experimento el amor infinito de Dios y su presencia continua.

Aprender a escuchar, sentir, empatizar… porque si no salgo de mí, jamás veré al otro tal como es, con sus luces y sombras, sus alegrías y tristezas, con todo lo valioso que es, hermano e hijo de Dios.

Aprender a tener fe incluso en la duda… porque mi vocación me llama a ser esperanza compartida que confía.

Voy viviendo mi vocación día a día, comprometiendo mi vida con la humanidad, con los pequeños niños que me rodean, con mis hermanas de comunidad en Baena, con los profesores y los amigos,  intentando ser presencia activa, cercana y alegre de Jesús.

En esta tierra española que me recibe por segunda vez con los brazos abiertos deseo compartir mi vida y ser una HPM en todo.

HPM Con Jesús y  con mis hermanas.

Angy Carolina Joza Valencia