Aunque ya han pasado tres días desde que nos deleitaste con tu maravilloso Pregón de Semana Santa, todavía seguimos emocionados por el momento vivido.
Después de una larga espera, por fin pudimos disfrutar de tus palabras, tan llenas de cariño, de humildad, de sencillez, de sensibilidad, de honestidad, de sabiduría, de religiosidad, de tradición. Palabras todas ellas que curiosamente te definen a ti como persona y que hicieron que todos los presentes disfrutáramos cada segundo aquella mañana en el teatro Liceo de Baena. Hasta el cielo tenía un color especial, por tantas personas que ya no están, pero que tú hiciste que su recuerdo estuviera muy presente.
Los que te conocemos sabíamos que eras muy buena persona, buen profesor y buen cocinero, pero desde el domingo además descubrimos que eres un GRAN PREGONERO.
¡¡Enhorabuena, compañero!!
Bonita decoración por cierto, que hasta la Cruz de Jaspe quiso estar presente…
Orgullosos siempre de nuestros profesores y alumnos.
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